SISTEMA INMUNITARIO
El sistema inmunitario Es el encargado de autorregular, defender y proteger el cuerpo humano de agresiones externas de todo tipo (virus, bacterias, hongos, agentes nocivos, etc.), reconociendo cualquier elemento extraño (antígeno), y provocando una respuesta inmune.
- Estilo de vida
- Alimentación
- Cambios climáticos
- Contacto con otras personas
- Contaminación
- Edad
- Estrés
- Infecciones recurrentes
- Terapia antibiótica
- Infecciones respiratorias recurrentes.
- Infecciones urinarias recurrentes.
- Infecciones dermatológicas.
- Estrés físico y emocional.
- Cansancio y fatiga.
- Deporte de alto rendimiento.
- Deficiencia inmunitaria transitoria.
- Deterioro inmune asociado a la edad.
¿QUÉ SON LAS INFECCIONES RECIDIVANTES?
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La infección es el proceso por el cual un germen o agente infeccioso invade el cuerpo y permanece en él, multiplicándose y provocándole alguna patología. Los dos factores más importantes que hacen posible una infección son:
La habilidad natural del agente infectante para pasar las barreras naturales y los tejidos, lo que se conoce como virulencia.
El grado de labilidad o eficiencia del sistema general de defensa del individuo durante las diversas fases del ataque del germen (susceptibilidad).
Las personas con defectos permanentes de la inmunidad contraen los mismos tipos de infecciones que la gente normal, por ejemplo: infecciones del oído, sinusitis o neumonía, solo que ocurren con mayor frecuencia. Estas infecciones recurrentes suelen ser, a menudo, más fuertes y con mayor riesgo de complicaciones, ya que no responden tan fácilmente a los medicamentos habituales. En estas ocasiones, hablamos de las infecciones recidivantes.
Los tratamientos bacterianos están indicados para el tratamiento preventivo de infecciones recurrentes de las vías respiratorias y urinarias, ya que actúan como inmunomoduladores, creando un estado defensivo frente a los microorganismos responsables de las infecciones.
CONSEJOS PARA EL TRATAMIENTO CON VACUNAS
- Administrar siempre la dosis indicada por tu médico. Consultar con él cualquier duda que te pueda surgir y los posibles síntomas que puedas notar.
- Aplicar debajo de la lengua y mantener durante 3-4 minutos, deglutir la cantidad restante. En caso de notar molestias faríngeas se recomienda escupir la dosis una vez ha transcurrido el tiempo.
- Aplicar la vacuna en ayunas, a primera hora de la mañana. Mantener ayunas durante los 20-25 minutos posteriores.
- Tomar siempre a la misma hora. Es recomendable programar una alarma en el móvil o reloj para evitar descuidos.
- Conservar la vacuna en la nevera, a una temperatura entre 2ºC y 8ºC, nunca en el congelador. Evitar dejar la vacuna en lugares muy calurosos o con exposición solar directa.
- Se desaconseja administrar la dosis de vacuna de alergia el mismo día que otro tipo de vacunas. Se aconseja un intervalo mínimo de 3 a 4 días entre cada una de ellas.